Editorial

Resumen

Si nos preguntáramos cuantas horas en el día pasamos en internet nos asombraríamos de la respuesta, y si recordáramos sobre los libros: novela, cuento, poesía, la prensa, artículos científicos que hemos leídos en los últimos tiempos la respuesta sería sorprendente, claro esto no es válido para todos existe un porciento de personas que leen de manera sistemática preferiblemente en soporte papel, pero no es ya lo frecuente. Si queremos hacer un uso racional, preciso de las nuevas tecnologías y la información que por ella fluye es necesario saber leer y leer bien es decir leer para aprender, por tanto, se hace necesario una estrategia de lectura que permita: leer, analizar, comprender, y hacer con lo leído “crear” un nuevo conocimiento. La lectura es el verdadero camino hacia el conocimiento y la libertad, facilita las relaciones entre los seres humanos y los distingue, cuando leemos viajamos en el tiempo y conocemos nuestra historia, sociedad y cultura desde la antigüedad hasta la actualidad. “Hace poco leía. En el siglo XIV, ante los embates de la peste bubónica o peste negra, un grupo de jóvenes se refugió en las afueras de la entonces próspera Florencia y durante esa cuarentena y de la mano de Boccaccio, dio lugar a una obra cumbre de la literatura universal, los cuentos del Decamerón. Mi buena y sabia amiga la doctora Graziella Pogolotti, título que lleva siempre como justo blasón de la nobleza del pueblo, me citó como “los clásicos” ―y de paso enriqueció mi idea original― en su popular columna que replica semanalmente la prensa nacional: “En estos días de coronavirus, un amigo, el poeta Norberto Codina, observaba con sagacidad que no debía hablarse de aislamiento social, sino de aislamiento físico. En efecto, la dimensión espiritual que habita en nosotros es un reservorio vital, fuente de vida similar a lo que tradicionalmente se denominaba alma. Se construye desde las primeras edades en el intercambio entre los humanos”. (Codina, 2020) Aprendí durante esta lectura que vale el distanciamiento físico no social, en este tiempo de pandemia es importante compartir, al menos a través de llamadas telefónicas con fijos o celulares, que sustituyen las entrañables visitas, el abrazo, la taza de café; el intercambio por correo electrónico, WhatsApp, Messenger, Facebook; entonces les digo estimados autores y lectores VALE LA PENA LEER. Muchas gracias por acompañarnos Atentamente Directora de la Revista