Editorial

Abstract

La Universidad como institución social, es uno de los entes más representativos, de la formación integradora de profesionales, en una gestión estratégica de procesos académicos, de investigación científica y de vinculación con la sociedad.

En este escenario, aparecen retos y desafíos marcados como:

- Construir una sociedad justa basada en el conocimiento.

- Lograr un ambiente armónico entre culturas, razas y lenguas, fomentando un aprendizaje colaborativo y multidisciplinario.

- Disminuir la brecha digital y la incorporación de nuevos medios tecnológicos.

- Hacer investigación científica y tecnológica de alta calidad.

- Contribuir a la integración Latinoamericana.

- Alinear y vincular la universidad y sus conocimientos con las nuevas metas empresariales y de gobierno.

Para ello, es necesario, crear nuevos paradigmas educativos, innovar, reinventarse y buscar nuevas maneras didácticas de acelerar la curva de aprendizaje de los estudiantes, considerando que el conocimiento de un área queda obsoleto o desactualizado en un plazo no mayor a 5 años.

La innovación disruptiva en la educación superior tiene que estar encaminada a la aplicación práctica del conocimiento, dirigida a evolucionar los métodos, metodologías y recursos utilizados para enseñar e integrar la teoría con la práctica, bajo un concepto de ética y responsabilidad social y ambiental.